domingo, abril 29, 2007

El poder de las palabras

El joven Henry era un chico inteligente, dinámico, alegre, temerario a veces, por supuesto lleno de vida, estudiaba idiomas, era amante de los deportes y le fascinaban los de sobre ruedas. Motos, coches potentes, su amor por la velocidad era patente. Listo de reflejos, siempre atrevido, sin embargo no contaba con experiencia ni exceso de sabiduría en cuanto a la vida, a consecuencia de esto, protagonizó un episodio que paso a relatarles:

Como ya les he dicho era un joven muy vivo y con gran energía, por ello sus sueños eran casi reales, pasaba el velo de lo real e irreal con una claridad pasmosa, a tal punto que él mismo no sabia si estaba soñando, en una ilusión, o en “su” realidad. Su percepción a consecuencia de su inexperiencia no se lo marcaba. Todo le parecía lo mismo. Un día tuvo un sueño. Vio desde lo alto una autopista…donde los vehículos van a gran velocidad y de pronto ve como un coche pierde el control y choca, desencadenando una colisión de lo menos 15 más, y lo peor, un camión lleno de combustible tóxico vuelca provocando una gran nube tóxica que sube inundando la atmósfera y ve como llega a la gente, les asfixia, ve la destrucción, nota la muerte. Lo estragos le inundan, le hieren. Cuando despierta está aturdido, descompuesto. Debe comunicar lo que ha visto y se va a los medios de comunicación, lo explica más o menos así: En tal autopista va a suceder tal suceso, solo que estén prevenidos, porque va a pasar.

Si esto quedase así, les aseguro que algo pasará…pero….

Hay un hombre de edad avanzada, no excesivamente culto, un hombre sencillo, desapercibido, silencioso, que sabe el valor de las palabras y lo que pueden llegar a significar, un hombre anónimo, un enamorado de la vida sin prisas, un hombre “sabio”. Este hombre oye el relato de este joven y se encamina a los medios de comunicación donde este joven estuvo contando su “sueño”. Pide contar más información a cuenta del sueño del joven, ya que él estuvo también allí, viéndolo todo, pide ver al joven y mantener una entrevista junto a él.
Cuando por fin están los dos juntos, el señor mayor le dice al joven: Viste muy bien lo que pasó porque también lo vi yo, pero lo viste sin actuar, yo te estaba mirando a ti y vi lo que hiciste, fuiste un
héroe. Vi como iba a colisionar aquel coche y lo que iba a producir a consecuencia de ello, de no ser que tú de pronto, ibas en aquel coche y viraste certeramente con tus grandes reflejos, salvando aquella posible masacre. Porque amigo Henry, eres tú el que salvaste la colisión y con ello la gran destrucción posterior. Gracias a Dios.

Amigos, esto es el valor de las palabras, y lo que hacemos con ellas depende nuestro entorno, nuestro mundo.
Las cosas negativas tienen muchas lecturas y depende lo que pase a nuestro alrededor de lo que seamos capaces de ver, percibir o…darlo la vuelta, todo puede ser dado vuelta, que nadie lo dude.

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3 Comments:

Blogger Nidesca said...

sí, Ópalo, a lo largo de la vida he podido comprobar cómo mis palabras y mis construcciones mentales, van construyendo los acontecimientos de mi cotidianidad, es por ello que desde hace tiempo he decidido utilizar mi mente para mi bien (también mis palabras), no es fácil, requiere de un gran esfuerzo y una gran voluntad, pero cuando se ven los resultados siempre es sorprendente y grato: la vida se despliega en una espiral de pequeños milagros.

besos

3:42 p. m.  
Blogger Nidesca said...

ya veo que fue Marvisión quien posteó esto (por error creí que había sido Ópalo), vaya un gran abrazo para ti, amiga Mar.

besos

3:45 p. m.  
Blogger marvision said...

Hola Nika, no importa a quien te dirijas, esta pagina es de todos y de uno, como los mosqueteros, todos para uno y uno para todos, jajaja
Debemos tener cuidado con lo que pensamos y si sin querer lo damos vida...debemos "darnos cuenta y cambiarlo, todo se puede cambiar, es un ejercicio de cordura y de querer cambiar el mundo.
Gracias NIka por tu visita.
besos de marvision

8:43 a. m.  

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